sábado, 15 de octubre de 2011

嫌い...


El odio es un sentimiento que moviliza a las personas. ¿Por qué negarlo? Esto no quiere decir que sea algo positivo; de hecho, sentirse bien y sentir odio son dos situaciones contradictorias. Sin embargo, el odio despierta la acción de la gente y la necesidad de canalizarlo a través de la acción.
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido antipatía o aversión hacia algo o alguien cuyo mal se desea, tal es la definición que realiza la Real Academia Española sobre el odio. Lo importante es que ese sentimiento sea pasajero y no se transforme en un rencor que nos contamine el alma. Cuando el odio se vuelve patológico, la persona se transforma en un ser oscuro, resentido y lleno de dolor.
Ya que nadie está exento de sentir odio, lo importante es cómo se resuelve (o cómo se canaliza, para retomar lo que decíamos algunas líneas más arriba). Tal vez el primer paso sea tratar de entender las razones o los motivos de dicho odio: una vez que los comprendemos, será más fácil poder procesarlos y pasar a otra instancia menos dañina.
Pero, lamentablemente, el odio suele derivar en acciones violentas. Un hecho emblemático de este tipo de episodios entre dos poetas (seres pasionales si los hay) fue el ocurrido entre Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Un vínculo que comenzó como una amistad, se transformó en una relación homosexual y finalmente, haciendo honor a aquel postulado que indica que del amor al odio hay un solo paso, finalizó con un intento de asesinato de Verlaine hacia Rimbaud.
No quedan dudas que una mejor forma de expresar el odio puede ser a través de un poema. Las palabras, al menos, no matan. Pero claro que pueden doler. De todas formas, es preferible que el odio se utilice para la creatividad artística y para dar nacimiento a algo nuevo y positivo. Siempre se estará a tiempo de escribir luego un poema de reconciliación o arrepentimiento.


Odio Amarte

Odio pensarte todo el día,
tener mi mente llena de pura fantasía.

Odio creer que me quieres
si se que no es verdad,
y eso me duele.


Odio ponerme feliz cuando te veo,
si ya te haz dado cuanta de lo que por ti yo siento y lo que hago es aumentar tu ego.

Odio estar enamorado de alguien asi,
alguien tan insensible, incapaz de sentir,
alguien tan presumio, tan egoista,
tan falsante.

Odio que te me acerques,
si creo ser muy fragil y delatarme al instante

Odio quererte pues ese ha sido mi mayor error,
odio decirlo pero en este caso mi corazon se equivoco.

Odio quererte de la forma en que lo hago,
si te he dado mi vida y tu ni cuenta te has dado.

Odio quererte de la forma en que te quiero,
puer nadie se imagina que yo por ti me muero.

Odio que me toques,
que me digas esas cosas lindas,
si nunca las sentiste, solo soy otro de tu lista.

Odio derramar tan solo una lagrima por ti,
si se que no te las mereces y a mi me duele sufir.

Por engañarme,
por ser tan falsante,
es ahora que te digo que ODIO AMARTE.


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